Administradores

La palabra administrar viene del latin ministrare que significa servir. Un buen administrador debe ser un buen servidor. Un buen administrador debe ser, ante todo, un excelente humanista, un ser de buenos principios. ¿Y que mejor principio que hacer de la vida un servicio honesto, responsable y amoroso?

Sabe vivir quien sabe servir. Sabe vivir y sabe administrar a si mismo y a los otros aquel que ama lo que hace. Asi, con autoestima y una profunda conciencia de la dignidad propia y ajena, actua con nobleza y rectitud. Son los valores que permiten ponerle calidad humana a la economia, la politica y el trabajo en general.

El fin muestra un retorno al humanismo, a la unidad y un fuerte resurgimiento espiritual. A todos se nos ofrece el reto de hacer historia dandole al vivir el sentido con el servicio.

!Seamos excelentes administradores!, es decir, excelentes servidores.

GALLO Gonzalez, G (1996): "Amor sin limites"